Cruzó el vestíbulo, que seguía desierto a excepción de los agentes de seguridad; también como antes, al pasar junto a ellos, susurraron algo a su radio.
Prefiero las playas que están un poquito más vacías o incluso como ésta, que prácticamente está desierta, una playa desierta cuando no hay absolutamente nadie en la playa.
El trueno, sordo, retumbante, interminable, como un bostezo que no acaba del todo, como una enorme carga de piedra que cayera del cenit al pueblo, recorre, largamente, la mañana desierta.