Antes de la guerra, se estimaba que unas 260.000 personas vivían con el VIH en Ucrania, de las cuales 152.000 tenían acceso a medicamentos antirretrovirales.
Las epidemias de VIH, hepatitis vírica e infecciones de transmisión sexual siguen planteando importantes problemas de salud pública y causan dos millones y medio de muertes al año.
Es un anillo vaginal de dapivirina que dura 28 días, puede colocarse en casa y es el primer método de prevención del VIH que la mujer controla por completo.
Diez millones de personas que viven con el VIH en todo el mundo aún no reciben tratamiento, lo que alimenta la continua propagación del virus y la posibilidad de que aparezcan nuevas variantes.
ONUSIDA denuncia que la prevalencia del VIH en la población carcelaria es mucho mayor que en la general y pide acceso para los reclusos a la prevención, el tratamiento y la atención.
El estudio señala al VIH, la malaria y la tuberculosis como enfermedades prioritarias en investigación y desarrollo, ya que en conjunto se cobran casi dos millones y medio de vidas al año.
ONUSIDA celebra que el Gobierno de Chile haya reconocido su responsabilidad en el caso emblemático de violaciones de los derechos de las mujeres que viven con VIH y que fueron esterilizadas sin su consentimiento.
Casi 900 centros de salud han sido destruidos en un país que ya se enfrentaba a amenazas sanitarias como el COVID-19, el cólera, la fiebre tifoidea, el sarampión, la leishmaniasis, el VIH y la poliomielitis.
Eso significa que el 95% de las personas que tienen VIH conoce su estado serológico, el 95% de ellas recibe antirretrovirales y el 95% de los que están bajo tratamiento está consiguiendo la supresión del virus.