La región es arrasada por gélidos vientos del oeste que luego de barrer las altas cumbres descienden a la planicie, conservando temperaturas inferiores a los 15 grados centígrados en verano.
19 Y Jehová volvió un viento occidental fortísimo, y quitó la langosta, y arrojóla en el mar Bermejo: ni una langosta quedó en todo el término de Egipto.