La mayoría de esta cafeína se consume en café y té, pero también se ingiere mediante gaseosas, chocolate, pastillas de cafeína e incluso en bebidas descafeinadas.
En el libro de Páez dice que había pautas como esta: Los boletines informativos que están escuchando, señoras y señores, tienen el patrocinio exclusivo de Orangine, el insuperable refresco de naranja.
Y es que no solo por los efectos de sonido que eran evidentemente creados, sino que había otro detalle absurdo: durante la transmisión de la supuesta invasión marciana, había publicidad de una gaseosa que se llamaba Orangine.