Pero para sorpresa de ambos, a pesar de que la ley ya se había modificado para que incluyera a personas de más estados, los downwinders de Nuevo México no estaban entre ellos.
Y al poco tiempo de fundar la organización, se enteraron de que en 1990 el gobierno había aprobado una ley de compensación para downwinders del estado de Utah y para trabajadores en minas de uranio por todo el país.