15.Y quienes viven allí durante mucho tiempo pueden sufrir de problemas como cefalea, insomnio, fatiga, pérdida de apetito, dolores musculares y articulares.
18.La depresión puede intensificar notablemente los antojos de comida específicos, que llegan a percibirse como el único placer de la vida… pero que nunca te satisfacen realmente, y siempre quieres más.
19.Marilla tenía algo que decir a Ana, pero no lo dijo entonces pues sabía que la subsecuente excitación de la niña la arrancaría de asuntos tan materiales como el apetito.
20.La depresión puede convertir las tareas cotidianas en grandes dificultades y reducir tus ganas de comer, lo que lleva a una reducción drástica del consumo de alimentos y a una pérdida de peso poco saludable.