Llevaba una túnica larga de quidditch con gruesas franjas horizontales negras y amarillas, con la imagen de una enorme avispa estampada sobre el pecho.
Le aconsejo que no sean muchas ni excesivamente vistosas: el vestido no las demanda, quedará mucho más elegante con complementos sobrios, ¿me entiende?
Si algo caracteriza a esta bandera, es su diseño original y de colores vivos, que se destaca con carácter propio entre los estandartes de América Latina.
Los tonos más vistosos, las telas más livianas. Los botones de las camisas algo más abiertos en el escote y el largo de las faldas un poco menos largo.
Vestía un traje por el que no le hubieran dado ni diez pesetas en el mercado de Los Encantes, pero lo compensaba con una estrepitosa corbata de colorido tropical.
Hombres vestidos con túnicas de color naranja brillante y montados en escobas voladoras entraban y salían de la foto a toda velocidad, arrojándose unos a otros una pelota roja.