El Guardia Civil consiste en un pequeño panecillo caliente rellenado con una sardina, un pimiento, un tomate y un pepinillo, y que se ofrecen dos versiones, picante y no picante.
Los otros aprendices, como son mayores que yo, me mortifican, me mandan por vodka a la taberna y me hacen robarle pepinos a la maestra, que, cuando se entera, me sacude el polvo.