¿A qué hora tienes la entrevista?
A las diez.
¿Y qué tal?
Uf, pues, la verdad es que, no sé, estoy cansado.
¿Qué te pasa?
No sé, no me encuentro muy bien...
Uf, me parece que tú estás enfermo.
Es que he dormido muy mal. Estoy cansado y encima tengo que presentar un currículum y no lo encuentro. ¡Soy un desastre!
Va, tranquilo, no te preocupes.
¡Que no me preocupe! ¿Y si no lo encuentro? ¿Qué hago?