¿No es curioso que haya una palabra con la que nos identificamos como individuos, al grado de que si la oímos, volteamos de inmediato?
Aunque lo sientes como propio, no elegiste tu nombre, sino que lo eligieron tus padres y forma parte de una larga tradición…
Platzi presenta... ¿De dónde viene tu nombre?
Casi todas las culturas tienen nombres personales, excepto los Machiguenga del Amazonas: ellos se refieren a los demás sólo por su relación: "mi tío", "su sobrino", "tu hermana".
Pero todas las demás culturas tienen una manera de nombrar a cada persona específica.
En español le llamamos "nombre de pila" porque tradicionalmente es el nombre que se impone en el bautismo cristiano, y suele asignarse en honor a algún santo o algún pariente.
En Kafirstán, en cuanto nace un bebé se lo dan a su madre para que lo amamante mientras una mujer sabia recita los nombres de sus ancestros: al niño se le pone el nombre que se haya pronunciado justo en el momento cuando toma leche por primera vez.
Los nombres de pila pueden ser de varios tipos. Algunos enuncian cualidades a las que se aspira: Valente significa "valiente";
Prudencia, la cualidad de ser sensata; o Clemente, significa: "compasivo" o "misericordioso".
Otros tienen que ver con ocupaciones. "Jorge", por ejemplo, viene del griego "Georgios", "Geo ergios": el que trabaja la tierra.