Hacia un día radiante y nuestro amigo el osito,como muchas mañanas, salió de excursión en busca de bayas.
Al llegar a lo alto de la montaña paró a descansar un rato y observar el paisaje.
De pronto,a lo lejos algo llamó su atención,se veía una columna de humo.
Rápidamente,cogió los prismáticos y pudo ver una familia tranquilamente desayunando y, cerca de allí había mucho humo y unas llamas enormes,que se les iban acercando con rapidez.
El osito,muy nervioso,se puso a pensar qué podía hacer para ayudarles.
Conocía muy bien la zona, muchas mañanas había salido por los bosques a pasear y recordó que cerca había un río.
Con los prismáticos comprobó que el río no quedaba muy lejos, pero necesitaba ayuda para llevar el agua hacia las llamas y así apagar el fuego.
Tenía que volver a casa y pedir ayuda a los demás osos.
Recordó que entre unos matorrales tenía guardado un vehículo que hizo con unos troncos, con él llegaría cuanto antes.
Bajó a toda prisa por la montaña y al llegar contó a los demás lo que había visto.