Existen dos principios que son absolutamente universales, independientemente de la época histórica, el nivel social o en qué parte del planeta nos encontremos.
Uno de ellos es que todos vamos a morir.
El segundo es que todos tenemos que pagar impuestos.
Yo les voy a hablar de otros dos con esa misma característica de ser absolutamente universales.
Uno es los jefes y el otro es el colesterol.
Y el segundo me va a servir como metáfora para poder platicarles un poco del primero.
Todos en algún momento de nuestra vida o tenemos jefes o somos jefes o seremos jefes o una combinación de todos esos y eso explica cosas tales como que en cualquier reunión de fin de semana entre los compañeros de trabajo aunque no vaya, hay un personaje que siempre estará presente, el jefe, porque hablarán de él.
De la misma manera, si nosotros revisamos los memes que hay con respecto al tema del trabajo, entre el 70 y el 80 por ciento de esas publicaciones van a hablar sobre el jefe.
Y si nos ponemos un poquitito más serios, diversos estudios señalan que hasta el 75 por ciento de las personas cuando renuncian a un trabajo, no le renuncian a la compañía, al salario o a las funciones que están haciendo, le renuncian a su jefe.
Por eso, nos guste o no, el jefe es un tema muy importante en la vida de cada uno de nosotros.
