Estás en medio de una conversación con un amigo, y te dice: "¿te imaginas que tu perrito tuviera un accidente?" .
Automáticamente los dos tocáis algún mueble dándole unos golpes, y diciendo en alto: "Toco madera".
Existe la creencia de que si se dice en alto esta frase y se toca madera, se evita que pase algo malo, aunque dependiendo de la zona, también se hace para atraer la buena suerte.
En algunos lugares basta con tocar este material, pero en otros hay que dar unos golpes en él para que surta efecto.
¿Pero… sabéis por qué lo hacemos, y cuál es el origen de esta superstición?
Uno de sus orígenes se remonta a las creencias paganas, más precisamente a los mitos celtas, que aseguraban que todos los árboles eran sagrados y que allí habitaban hadas y otros seres fantásticos que con su ayuda podían atraer la buena suerte.
Gracias a los golpes y a pronunciar la frase en alto, estos seres podían oír las peticiones y acudir para llevarlas a cabo.
Por esta razón se daba un segundo golpe, el primero era para señalar nuestro deseo y el segundo para dar las gracias por su ayuda.
Otra teoría pagana similar, decía que cada especie de árbol poseía un espíritu guardián.
En la versión más antigua de esta tradición, no solo era necesario tocar madera, sino que tenía que ser específicamente la madera del árbol sagrado que correspondía a cada persona, de acuerdo a su nacimiento.