Soy Tali Sharot,profesora de Neurociencia Cognitiva en el University College de Londres.
El sesgo optimista es nuestra tendencia a ver el futuro como algo mejor que el pasado y el presente, y nuestra tendencia a subestimar la posibilidad de que nos pasen cosas negativas, como enfermedades, accidentes de coche,desempleo…
Y sobrevalorar, normalmente,la posibilidad de que nos pasen cosas buenas, como conseguir éxito profesional,tener hijos con talento y matrimonios duraderos.
Vemos un sesgo optimista en un 80 % de la población, tanto en Occidente como en Oriente,en mujeres y hombres de todas las edades.
Es algo generalizado.
Pensamos que el sesgo optimista normalmente es adaptativo y tiene lados positivos y negativos.
En el lado positivo, si tenemos expectativas positivas para nuestro futuro se reduce nuestro estrés y ansiedad, por lo que es muy bueno para nuestra salud mental y física.
Y hemos comprobado que,en igualdad de condiciones, los optimistas tienden a vivir más tiempo y suelen curarse más rápido de sus enfermedades.
Además,si tienes expectativas positivas,por ejemplo,si crees que tu empresa va a triunfar, si crees que te van a ascender o que vas a encontrar el amor, por ejemplo,te esforzarás más para lograr que eso suceda.
Así,se convierten en una profecía autocumplida.