El mejor aliado del miedo es el silencio.
Luchar solo contra el miedo es una derrota segura.
Y en cambio, muchas veces, cuando estoy contando mi miedo a otra persona, el miedo mismo se va diluyendo.
¿Quién de vosotros piensa que ha dejado de hacer alguna cosa o por vergüenza o por miedo al qué dirán y luego ha dicho: "Tenía que haberme atrevido"?
Yo pasé un año yendo a la biblioteca durante todos los recreos porque no podía hacer amigos.
Es un miedo que tenía, lo he podido superar, paso a paso, no de golpe, sino paso a paso, voy mejorando, y todavía estoy aprendiendo.
No soy una persona que habla de todo, pero voy aprendiendo.
Eso te hace una persona bastante más fuerte cuando reconoces tus propios miedos.
El miedo que estoy más orgulloso de haberme quitado ha sido el pánico escénico, sobre todo porque yo soy músico y salgo al escenario a hacer, sobre todo, lo que he preparado y antes, es que llegaba y podía ser que se me resbalaran las cosas del sudor del nerviosismo.
Estoy muy orgulloso de mí mismo, de haber superado ese miedo.