Todos los seres vivos han de combatir otros seres vivos que quieren darse un festín con ellos.
Por eso, a medida que la vida multicelular evolucionó durante millones de años, encontró formas de defenderse a sí misma.
Hoy los humanos cuentan con una sofisticada red de defensa como barreras físicas, células de defensa y fábricas de armas.
Pero una de las defensas más importantes de nuestro cuerpo es una gran desconocida: el sistema del complemento.
Evolucionado hace unos 700 millones de años, es una armada de más de 30 proteínas distintas que ejecutan a la vez una compleja y elegante danza para detener a los intrusos.
Con todo, unos 15 trillones de ellas saturan cada fluido de nuestro cuerpo en este instante.
Guiadas solo por la química, estas proteínas son una de las armas más eficaces que tenemos contra los invasores.
Muchos otros elementos del sistema inmunitario son solo herramientas para activarlo.
Algo que también es muy peligroso.
Imaginen tener billones de pequeñas bombas en la sangre que podrían estallar en cualquier momento.
