Aquí no hay quien viva 1x02 Érase una reforma

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¡Aquí, aquí, aquí me canviva! ¡Aquí no, aquí no!
¡Qué quiere, qué haces!
Vicenta, ¿has visto cómo estás temando a distancia?
¿Está en el salón?
No, hija, está lleno de mordiscos.
Es que estoy enseñando a Valentina a traerla.
Pues hija, para cuando aprenda esto ya no funciona.
¿De qué quieres el bocadillo para mañana?
¡Cuidado, que no quiero ir yo a esa excursión de jubiletas!
¡Oye, que te he comprado ya el ticket y ha costado seis euros!
Pues mira, hace reventa en la puerta del autobús.
¿Qué va a estar lleno de viudos?
¡Que yo no quiero andar doscientos kilómetros para que me surten en el campo como a Geise y Vicenta!
¿Qué va a ser muy divertido? ¿Va a haber una capea?
Una capea. Estos del insercio ya no saben qué hacer para quitarse a los vejos de encima.
¿Qué va a venir a esta concha? ¿Cómo no va a venir tú?
Dale, dale. Bueno, ya voy. Pero calla ya. Y dile a este perro que no me siga.
Y no me sigas, Valentina, que ya está bien.
Señora, yo lo único que le digo es que no me ocupe toda la cuerda.
Es que a mí me hace más falta. Tú tienes secadora, que la veo yo desde aquí.
No, si lo que usted no vea...
Oye, ¿me estás llamando cotilla?
Sí.
Pues mira, esto te lo tiro.
¿Pero qué está haciendo? ¡Juan! ¡Juan!
¡Sibata!
¡Hijo!
¿Qué conste? ¿Qué ha empezado usted?
Mire. ¡Ay, mi blusa! Si esa blusa es que lavaron la mano.
Mamá, ¿qué pasa?
La vecina que me está tirando toda la ropa.
No sé por qué me ha tomado una manía.
Y tú, claro, como no me defiendes...
¿Qué gritos son esos, Paloma?
Esta señora que no está bien de la cabeza.
Haz algo, Juan, porque yo no puedo vivir así. ¡Yo no puedo vivir así!
¿Qué hacemos?
Venga, hasta mañana.
Buenas noches.
Unas rodajitas, unas rodajitas de peperonis.
Hombre, un poquito de por favor, ¿pero qué os cuesta limpiar los pies al entrar?
Si es solamente hacer un poco así, como Michael Yasso.
Sí, Emilio, que sí.
No, que sí, no, no paséis de mí. Este portal es mío y aquí mando yo.
Y si yo digo que aquí todo el mundo se limpia los pies, pues todo el mundo se los limpia y punto.
Hola, ¿qué tal?
Hola, ¿qué tal?
¿Y a ese no le dices nada o qué?
Hombre, a ese se me ha escapado, fíjate cómo va.
Está como muy buena, ¿no?
No, ahora ya no me ha caído la pelota, que ya no sirve de nada.
Y cómo me gusta ese tío. ¿Ese tiene algo?
Sí, novio y vive con él.
¡Y dale! Es que cada vez que ves un tío guapo tiene que ser gay.
Lamentablemente sí. Venga, pasa.
No, yo voy para las escaleras que suelo para el culo.
Bueno, espera, que voy contigo.
Eso y ahora dejáis la puerta del ascensor abierta, así es que no tenéis arreglos.
Hola.
Hola.
¿Qué, alquilando una película?
No, estoy haciendo tiempo para llegar tarde a casa y fastidiar a mi padre.
Ah, muy bien.
¿Qué tal con tu novia?
¿Eh? ¿Mi novia? Bien, bien, muy bien.
Yo no te veo emocionalmente maduro para mantener una relación estable.
¿Ah, no?
No. Creo que si te comprometes te acabarás arrepintiendo.
Pero ya será demasiado tarde.
Habrás desaprovechado los mejores años de tu vida
y te habrás convertido en el típico padre de familia, atrapado en la rutina.
Qué triste, ¿no?
Ya te digo.
La S.A. es de Lulú.
¿Eh? ¿Qué Lulú, no?
Estoy aquí con la colmena.
Bueno, me voy, que son y veinte.
Le seguiríamos hablando, ¿no?
¿Cómo está la hija del presidente, eh?
Hey, que yo tengo novia.
Y yo...
Buenas.
Bueno, ¿qué, cariño? ¿Se lo he elegido ya?
Se lo está pensando.
No, no, yo ya he elegido, claro.
Bueno, que te espero en casa.
Uf, claro, que esta también está muy buena.
Ya, pero tiene novio.
Que yo...
No le puedo encontrar.
Los vecinos me vigilan y escuchan.
No aguanto en este lugar.
Meten una copelera.
Duenen un terremoto y un botán.
Y prendrás esta escalera.
Aquí, aquí, aquí no hay quien viva.
Ya estamos aquí.
Bueno, que puntuales.
A la hija del jefe lo que haga falta.
Venga, ya podéis pasar el material.
¡Aaah, celútero, que te vas a cargar la puerta!
¡Que vas como la vaca!
No te preocupes, que eso luego te lo pido.
Vale.
Benito, la radial ahí en fondo.
Y ponerme los plásticos.
Bueno, a ver, ¿por dónde vas a empezar?
Bueno, pues, lo primero, ese tabique fuera.
Desescombramos, quitamos el gotelete,
pintamos esa pared bien lisita,
levantamos el suelo y nos metemos con la cocina.
¿Y cuánto tiempo vas a tardar?
Pues más deprisa que rápidamente.
¡Pues así me gusta!
Perdón.
Antonio, mira, perdona.
Él es Roberto.
¡Anda, chaval!
¡Que dentro de diez días estrenas casa!
¿Pero podemos hablar un momentito?
Oye, Antonio, no se te olvide lo de las molduras.
Sí, sí, a ver, sí está perdida.
¿Qué es esto?
Antonio, el cavatar.
No, no, ¿qué hace esta gente aquí? ¿Qué pasa?
¿Reforma?
Reforma.
¿Pero no te acuerdas que te lo he dicho?
Ay, son de la constritoria de mi padre, nos han hecho un hueco.
¿Cómo sabe la suerte que tenemos?
¿Seguro que tú y yo hemos hablado de esto?
Seguro.
Es que nunca me escuchas cuando te hambre.
Bueno, yo me voy.
Cualquier cosa que necesitéis, se lo pedís a Roberto.
Espera, se bajo contigo.
Tengo que ir al almacén, a por un material.
Ya os dejo con eso.
Vale, que te pego.
Bueno, cariño, adiós.
Vale, luego te llamo y ya me cuentas.
¿Eh? Suerte.
Bueno, ¿ustedes saben lo que tienen que hacer?
Sí, sí, sí.
Vale.
¿Hasta qué hora van a estar más o menos?
Sí, sí, sí.
¿Hablan ustedes castellano?
Sí, sí, sí.
Esto va a estar divertido.
Sí, sí, sí.
Venga, cariño, desayuna, que se nos hace tarde.
Natalia, nos vamos.
Y a papá que salga del baño.
Ya, ya, voy.
Pero hija, quítate esos morros que vas al colegio.
Tú, que no vamos.
Joder, qué infancia me estáis dando entre todos.
Callaros, callaros.
¿Estáis oyendo?
¿Esas son obras?
Juan, Juan, obras, obras.
Sí, sí, ya los estoy oyendo, que son los nuevos.
Estos de Arrina se nos han puesto a tirar tabiques.
Pues a mí no me lo he avisado.
Yo tampoco, qué vergüenza.
Cuando vosotros hicisteis obras, tampoco avisése a nadie.
Claro, porque yo soy el presidente.
Voy a hablar con ellos ahora mismo.
Llévate los cuacos, cariño.
No puedo, Juan, porque yo tengo cita en el cinecólogo.
Juan.
No hay prisa, yo tengo examen.
¿Y yo?
Pues venga, ya no comes más.
Ahora, se acabó.
Mamá, me rayas.
Yo sí que te voy a rayar bien rayado.
Como no es Natalia, por favor, ayúdame.
Lucía.
Lucía, ¿me oyes?
Lucía.
Mira, este es el mensaje que te dejo, llámame.
Que yo creo que los tíos estos que han traído tu padre
están haciendo lo que les da la gana.
Un beso.
Pero bueno, ¿esto qué es?
¿Qué?
Según el artículo 17 de la ley de propiedad horizontal,
barra fotínico, las obras deben notificarse al presidente
de la comunidad, al menos una semana antes de dar comienzo.
Yo soy el presidente de la comunidad y no sabía nada.
No lo sabía yo, que vivo aquí y lo vas a ver un mes.
Bueno, al menos tendrás un permiso a doblega del ayuntamiento, ¿no?
Un papel verde, la copia.
Sí, sí, sí.
¿Ah, sí, sí, sí? ¿Qué?
Que no lo tenemos.
La que lleva este tiglado es mi novia y está trabajando
y no me coge el teléfono.
Pues hay que parar la obra hasta que esto se aclare.
¿Eh?
Vamos.
Dejen de trabajar.
No despatadas.
Dejen de trabajar.
¿Eh?
¿Eh?
Nada, nada, no se moleste, si no hablan castellano.
Pick, pick, stop.
No picking.
Nada que no, pero si ya lo he intentado yo,
tampoco hablo en inglés.
Oye, te juro que no despatadas.
Pues hay que hablar idiomas, ¿eh?
¡Sí!
¡Sí!
Se acabó.
Finished.
Now to house.
Vacaciones.
Holidays.
¿OK?
Come on.
Go, go.
¿Ves cómo a mí se me entienden?
A ti es que te falla la pronunciación, seguro.
Qué follón.
Pondada, pondada, pondada.
Aquí no hay quien viva, polén.
¡Hombre!
Los Ángeles de Charlie.
¿Qué tal la excursión?
Muy bien.
Nos han subido en autobús, nos han llevado un descampado,
nos han dado un bocadillo y nos han intentado vender una olla express.
Precioso día.
Precioso, precioso.
¿Me has vigilado a las dos golfas de arriba?
No las he visto en todo el día hoy, doña Concha.
Voy a ver qué están haciendo.
Muy bien.
Tenías que haber visto a Tareando en la capea.
Menos mal que le he quitado la vaquilla de encima enseguida,
que si no la mata.
¡Venga!
Solo ha sido un revolcón.
¡Venga!
¡Venga!
No tuvísemos algo que hacer.
Que vay bonito a la treva con la gorra.
Ay, madre, qué día llevo, de nada le dio.
Qué cansado.
Tengo unas ganas de quitarme los zapatos que esta noche voy a poner unas acelguitas.
Vicenta, ¿te has dejado la puerta abierta?
Yo no.
¿Cómo que no?
Si no, te has dejado la puerta abierta, es que han entrado ladrones.
¡Ay, Dios mío!
Que nos han entrado en casa.
Pero ¿qué ha pasado?
Que nos han forzado la puerta, mira.
¡Qué gentuzo anda suelta!
¡Dios!
Ya dije yo que no había que ir de excursión, si no había que ir de excursión.
No había aquí de excursiones.
Pues vaya guardián de perro.
¿Cómo estás? ¿Cómo estás?
Comercial, formático, charcutero, comercial...
¿Qué haces? ¿Buscando trabajo?
No, mira las esquelas, a ver si aparece mi ex.
¿Qué tal el casting? No me ha cogido.
Pero me he vuelto a encontrar a Fernando en el portal.
Ah, muy bonito.
No llegamos a fin de mes y tú pensando en el vecino.
Ay, estoy confundida.
Es la primera vez que un tío que me gusta no me hace caso.
Te acabas acostumbrando.
Tendré que tomar la iniciativa.
Amor, bueno...
Mira, Ali, te lo digo porque soy tu amiga.
Te vas a pegar una hostia.
Vamos. ¿A dónde vamos?
Se me ha ocurrido una idea original para hablar con Fernando.
¿Cuál?
TELÉFONO
Hola. Hola.
¿Tienes sal?
Sí, claro, un momento.
Tía, es superoriginal, ¿eh?
Alicia es patético, vámonos.
Lo que tú quieras, pero funciona.
Fíjate, verás cómo se consigue una pizca.
Toma.
Y cuidado con la sal, que retiene muchísimos líquidos.
Gracias. De nada.
Funciona, ¿eh?
Lo que no me ha quedado muy claro es a qué hora habéis quedado.
Chan, chan, chan, chan, chan, chan.
¡Nooo!
Pues sí, les dan fuerza a la puerta.
Yo no sé para qué, pero les dan fuerza a la puerta.
Bueno, por lo menos no se han llevado nada.
Creo que han visto a Valencián y se ha asustado.
Eso debe ser.
¿Y tú no has visto entrar a nadie raro?
No, yo aparte de usted, no.
Es que eso que querían, si no tenemos nada.
Pues habéis tenido suerte de no estar en casa,
que si llegáis a estar...
Lo mismo os violan, que os matan a las dos.
Yo no sé cómo podéis vivir tranquilas en un primero.
El día menos pensado os entran por la ventana y, si no, al tiempo.
Yo porque vivo en un segundo, y además está mi hijo.
Que si no, hace tiempo que hubiera puesto una alarma.
¿Y qué cuesta una alarma de eso?
¿Qué es eso?
¡Ah!
¡Hola, cariño!
¡Ay!
Pero, ¿cómo han dejado esto así?
Por fin alguien que habla mi idioma.
¿Qué ha pasado? ¡No han hecho nada!
Ha llegado el presidente de la comunidad
y, amparándose en no sé qué párrafo de artículo,
nos han parado las obras.
¿Qué ha hecho qué?
Toc, toc, toc.
¡Bip!
¡Bip!
Hola, Lucía. Precisamente iba a subir...
¿Quién se ha creído que es para pararme las obras?
Hombre, soy el presidente de la comunidad.
No, no, no, usted no tiene derecho a meterse en mi casa
a opinar de nada.
¿Sabes que para hacer reformas en casa
necesitáis un permiso de obra del ayuntamiento?
¿Ah, sí? ¿Y eso qué es?
Por primera vista,
parece un permiso de obra del ayuntamiento.
¿Y ahora qué? ¿Me va a pagar usted el retraso?
Hombre, tampoco veo yo que sea para...
La próxima vez que quiera meterse en mi casa,
nos llama primero.
¿Mhm? Gracias.
¿Qué escándalo es ese? ¿Qué voces son esas?
Nada, doña Concha, nada.
¡Ay, que no son horas!
Sí.
¿Qué? ¿Y vosotros qué miráis?
Juan, no te dejes, ¿eh?
¡No te dejes!
Marisa, ¿estás dormida?
No.
Oye, ¿qué vamos a hacer si vuelven?
¿Quiénes?
Los que nos han roto la puerta.
¿Y quién te decía que no?
¿Quién?
Los que nos han roto la puerta.
¿Y quién te decía que van a volver si no se llevaron nada?
Claro, porque a lo mejor nos buscan a nosotras.
Claro, nos han visto en la portada del intervío
y se han encaprichado.
Estoy hablando en serio.
Mira, duérmete y déjame en paella.
¿Qué es ese ruido?
Valentín, busca, busca, busca.
Mejor duermo con la dentadura puesta,
no vaya a ser que tenga que morder a alguien.
¡Dubidubidubidum, damdambadabap!
¿Quién puede levantarse a trabajar a las ocho de la mañana
aparte de Iñaki Capilondo?
Ay, perdona, si lo digo por esto...
Perdona, Fernando, un beso, un besito.
¡Uy, cuidado!
A ver si bajas y me lavan las sábanas.
Sí, sí, sí.
Ay...
Ay, que ya han terminado con el pisco.
No, no, no, no.
¡Calla!
E-e-e-eh, eh, eh.
Oye, ahí no, ahí no.
Ascensor no, el ascensor es para las personas.
Lo saco por la escalera y sin manchar.
Venga, tira, vamos.
Mira cómo me está poniendo el port...
Pero este tío es tonto.
Niño.
El saco fuera, coño.
Están ahí.
El saco fuera, por la escalera que estoy diciendo.
Por...
Por aquí, coño.
Tira por aquí, tira ya por ahí.
Es el tal helado.
Ya no tengo yo que sacar.
La puta madre.
Bueno, sí.
No se puede llegar y parar las obras.
Ya lo he intentado yo, pero no se puede.
Esto es insoportable, hombre.
A mí se me está cayendo el pelo por el estrés.
Le está todo hecho un asco.
Yo limpio, pero es que son muy guaros.
Pero no tienen obligación de avisarnos.
Aquí nadie ha venido a decirnos nada.
Porque este señor hace muy mal su trabajo.
Mi marido bastante hace.
Que no cobra un duro por todo esto.
Habrá que ver las cuentas.
¿Qué no aguantas? Son las siete y todavía se in.
Según Lali pueden estar trabajando hasta las nueve de la noche.
Pero es que empiezan a las ocho y están todo el día ahí picando.
Es malísimo picar entre horas.
Bueno, chistecito para relajarnos.
Gracias.
A nosotras nos han entrado en nuestra casa a robar.
Porque está el portal todo el santo día abierto.
Está todo hecho un asco.
Sí, doña Vicenta, que sí, bonita, que sí.
Ya la hemos escuchado antes.
No sé cuál es la solución, pero algo para qué hacer.
Ya comprendo que es incómodo para todos.
Para mí el primero.
Pero me han prometido que van a terminar enseguida.
Oiga, le solta mucho.
Es que no habla castellano.
Vaya un presidente.
¡Dubidubidubidubidum!
¡Policía!
Que tú sabes que robar cartas es un delito.
Si se la voy a devolver.
Luego baja su casa y le digo que se han equivocado
y la han metido en nuestro vaso.
Es peor que lo de las soles. Te vas superando por momentos.
Sácala, sácala, sácala.
Perdón.
Creo que este es nuestro botón.
¿Y la carta?
Mira, mi nombre.
¿Ves?
Por eso no abría la llave. Si es que no es nuestro botón.
Ay, si es que eres torpe, anda.
¿Estás tras el que van?
Yo que sé.
¿Tú qué vas a saber si no te enteras nunca de nada?
Señoras,
enhorabuena por su elección.
Este sistema de alarma consta de tres sensores de movimiento
situados una en salón, dos en cocina y tres en dormitorio.
Ahora tienen que introducir un código secreto de cuatro dígitos
que bajo ningún concepto deben decir a nadie.
¿Cuál ponemos?
El secreto de crédito 4547.
Calla, ponme el que te dé la gana, luego me lo dices.
Mire para allá.
Ya está.
Repito,
no deben decírselo a nadie.
Y ahora les explicaré su funcionamiento.
Es muy sencillo.
Para activar el sistema y conectar el arma en toda la vivienda,
teclea sumoidentificación personal o código secreto pulsando posteriormente la tecla
ENTR, situada en la esquina inferior derecha del panel de control.
Si solo desea anular alguna zona para conectar el arma
cuando esté en cuenta dentro de la vivienda, teclea sumoidentificación personal
o código secreto pulsando posteriormente la tecla
bypass, situada en la esquina superior izquierda del panel de control.
Y el número de la zona que desea anular, uno para el salón,
dos para la cocina, tres para el dormitorio. Seguido de la tecla
shift, situada en la esquina superior derecha del panel de control.
Luego durante cinco segundos parpaderar un agujero rojo
situada en la esquina inferior izquierda del panel de control.
Trascurrido ese tiempo solo tiene que impulsar la tecla ENTR,
como cada hora perfectamente se encuentra situada en la esquina inferior derecha del panel de control.
Eso es todo.
¿Lo han entendido?
Enhorabuena.
¿Ya estás otra vez con la fidez?
¿Cómo se han cebado conmigo todos los vecinos, eh?
Es que no lo entiendo. ¿Qué culpa tengo yo
de que los de arriba se pongan a cero horas?
A ver. Yo lo único que digo es que con esa
actitud te vas a echar encima todo el vecindario.
¿Qué actitud? Vamos a ver.
¿Quién manta aquí? Tú.
No, en la comunidad. Ah, yo, yo.
Pues imponte, eh.
Estoy segura que estos de aquí arriba están haciendo algo
ilegal. ¿No estaban tirando un muro?
Sí. Pues es de carga.
Tú cómo lo sabes. ¿Y qué basta? ¿Cómo lo sabes o no?
Tú di que es de carga.
Claro. Y entonces necesitan
un arquitecto que firme el proyecto.
Pues ahí está. Yo estoy convencida
de que ella quiere cambiar las ventanas.
Y quiere encerrar la terraza.
Alteración de elementos comunes.
Mañana mismo subes y te fijas bien
en lo que están haciendo. Y esos todavía
no se han enterado de quiénes somos los Cuesta.
Pero se van a enterar.
Marisa.
Marisa, ¿qué te has quedado dormida?
Que no, que estoy viendo la televisión.
Vamos, vamos a la cama, que hay que poner la alarma.
Anda, coño.
Vamos a ver cómo es esto.
Código.
Zona. Enter.
¿Y qué? Y ahora tenemos diez segundos para salir
del salón. Pues anda, corre a la habitación.
Venga, vamos. Sí, sí. Pero sin empujar.
Ay, bueno, ¿está bien? Venga.
¿Qué? Mi vasito derecho.
Déjalo, que no hay tiempo.
No, no, que sí, que sí que hay tiempo.
Que si no, no me duermo. Que no, corre, corre.
Que sí, no.
Ay, ¿quién es tú?
Ya lo tengo dicho.
Este es el colmo. También está
la alarma sin mi permiso.
¿Qué haces?
Pues
ahora, por Dios.
El teléfono.
¡Apaga eso!
Venés ahora.
Emilio. Sí, dígame.
¿Qué es eso? ¿De qué?
¿El escándalo ese que hay ahí abajo?
Hombre, esas son las chicas de oro, señor Juan, que han puesto una alarma.
Anda, sube a ver qué pasa.
Sí, sí, ahora voy, señor Juan.
Sube tú con tu hermana,
la de Alcalá de Ná
de Náres, gilipollas.
Llamame a mí a las dos de la mañana.
Serás un normal, tío.
¡El papel!
¡Toma el papel!
Joder, pero ¿qué pasa ahora?
Es una alarma.
Voy a ver qué pasa. No, no, no, no vayas.
Tranquilo, no va a pasarme nada.
Tú dormete. Pero si lo puedo.
¡Mete el código, por favor!
Pues ya lo he metido, pero no sé dónde he tocado.
Voy a pedir ayuda.
¡Deja, deja, deja! Que están durmiendo.
¿Pero cómo van a dormir si parece que nos están bombardeando?
¿Está bien? ¿Pasa algo?
Sí, no sé. Está lo que ha hecho con la alarma.
Pasa, pasa, hijo. ¿Quieres tomar algo?
A ver, dígame el código.
No, no, no. Es secreto, no podemos decirse nada.
No, señora, que soy su vecino.
Vicenta, por mis tiempas, nos díselo.
Pero ¿qué ha pasado?
¿Quién nos ha entrado, este?
Yo vine a ayudar.
Yo venía de ayudar. O sea que insaban ustedes una alarma y no me lo comunican.
Pero ¿por qué no la desconectan ya?
Porque no quieren decirme el código.
Vicenta, díganoslo, luego lo cambia y ya está.
No, que yo sé muy bien este código porque es mi fecha de nacimiento.
¿Y qué edad tienen usted?
65 años. ¿Por qué?
¡Qué alivio! ¿Cómo lo ha hecho?
Bueno, venga, ya está bien. Llamámonos todos a la cama.
A la buena noche.
Pues vaya seguridad.
¡Vamos a la cama!
¿Se ha quedado plano? Sí, sí.
¿Y él me toque así la frente? No te digo mi frase.
¿Pero cuál es tu frase? Me sucede mucho el edificio.
¿Pero qué? ¿Se te ha enfadado? Como si te molestase.
No, pero si se te me molesta.
Bueno, vamos.
¿Y tú qué dices? Me sucede mucho el edificio.
Mejor, mejor. Vamos a seguir ensayando.
Me toco la frente y tú dices... Me sucede mucho el edificio.
Ahí, ahí. Eso es.
Vamos, señor. Puesto el siajillo de pequeña hacia teatro.
¿Y por qué lo dejaste? Porque mi madre decía que esto era de maricita.
¿Ah?
Escúchame, no sigas pintando, por favor.
Que este color no le gusta a mi novia.
Este color es horrible.
Sí, sí, sí, sí, sí.
Sí, sí, sí, sí, sí, pero sigues pintando.
Además, me estás destrozando el parque. Coloca un poquito el plástico. Anda.
Hola. ¡Hombre!
Juan Cuesta, presidente de la comunidad.
Efectivamente.
Tengo a comunicaros que hemos detectado ciertas irregularidades
en esta forma y el deseo de toda la comunidad
es que terminen inmediatamente las obras.
Estoy de acuerdo.
Ahora dígaselo usted a ellos, por favor.
Estáis provocando muchos problemas.
Y me ensucié mucho el edificio. Tienes razón, Emilio.
Pero bueno.
¿Ya está usted otra vez aquí?
¿Qué quieres? ¿Me dejas entrar?
Le estaba diciendo a tu novio
que habéis tirado un muro de carga.
¿Un muro de carga? ¿Un muro de carga? ¿Qué dice?
Y para eso os ha faltado un proyecto y la firma de un arquitecto.
Pues Roberto es arquitecto.
Ah.
Bueno, a lo que yo iba a decir...
Y me ensucié mucho el edificio.
Dale, ¿qué pasa, editores, con el edificio?
Que te lo van a limpiar cuando terminen.
Y además vais a cambiar las ventanas.
Pues sí, vamos a cambiar las ventanas. ¿Qué pasa?
Pues que es una alteración de elementos comunes.
Cualquier vecino podría molestarse por ello y denunciaros.
¿Nos está amenazando?
No, no, no, no.
Mejor. Porque si no, yo voy a denunciar
al segundo B por la antena parabólica,
al primero B por el aire acondicionado
y al primero A por colgar las macetas fuera del balcón.
Y a la comunidad,
porque los extintores no han pasado las cinco últimas revisiones,
y ese ascensor no tiene ni una sola medida de seguridad.
Pues no, tampoco yo creo que se afrara por eso.
Ahora de lo que estamos hablando...
Me ensucié mucho el edificio.
¿Quieres callarte ya, Emilio?
Bueno, pues no estoy de un cruto para la frente.
Y este señor está viviendo en una zona común
que según los planos del edificio
es un cuarto de basuras.
¿Que yo vivo en un cuarto de basura?
Vamos, que llamo al ayuntamiento, hacen una inspección
y el señor está en la caja.
Señor Juan, ¿que me quieren echar?
Un momento, un momento. Oye, cariño, yo creo que...
No, no, no, es que si vamos a hablar las cosas,
vamos a hablar las cosas.
En vista de vuestra actitud, no me queda más remedio
que convocar a una junta extraordinaria de vecinos.
Muy bien. Adiós.
Oye, no me echéis, por favor.
Que será un cuarto de basura, pero yo le he cogido cariño, coño.
¡Emilio!
Voy, voy.
Un poquito de caridad humana, ¿eh?
¡Operosa!
Bueno, ¿y por qué dejas que pintes la pared de ese color?
¿Qué he dicho?
Ahí está.
¿Pero qué ha pasado? ¿Qué ha pasado?
¿Qué ha pasado? Que se va a montar una, los vecinos nuevos
nos van a denunciar a todos.
¿Y a nosotros por qué? A vosotros dos por los heraños
que tenéis colgados en el balcón.
¿Y a ellos que no los cogieron del parque?
Si no me vio nadie. No, no, si es que los tenéis colgados por fuera
y eso está prohibido, ¿por qué es que a eso se le cae una maceta
cualquier en la cabeza y se la abre?
Por dentro no se ve.
Ya, y a este la parabólica se la van a quitar.
¿Ves? Ya te dije que para ponerla
tenías que pedir permiso.
Pero es que a mí me quieren echar de la portería, porque dicen que esto es un cuarto de basura.
Pero eso no le importa a nadie.
¿Y a vosotros dos el aire? ¿Qué?
Sí, sí, el aire acondicionado, que lo tenéis puesto debajo de la ventana
y eso está terminantemente prohibido.
Vamos a ver, ¿quién nos lo quiere quitar?
¿Nos va a quitar al nuevo?
Pues que se compran ellos uno.
Pero vamos a ver, ¿quién les hemos hecho para que nos quiera denunciar a todos?
El presidente de la comunidad que se ha puesto borde
y les quiere parar la obra.
Y entonces ella va a ser rebotado y las pijas estas cuando se rebotan
por lo visto son...
Pues yo, vigenarios, no los quito. Si tengo que ir a la cárcel, voy a la cárcel.
Y yo contigo.
Bueno, bueno, pero eso no es todo, es que dicen que el edificio
está en ruina, que van a llamar a un inspector
y que vaya hasta pagando de rama
hasta que España vuelva a ganar otra vez el Festival de Eurovisión.
¿Cómo lo veis?
No, no, no, puede pasar eso.
¿Ganar Eurovisión? Hombre, está complicado.
No, hombre, no, que nos denuncian y que tengamos que seguir pagando de rama de esas.
Hombre, pues...
Pues sí, la verdad, como estén hablando en serio
nos pueden meter en el mordido.
Buenas tardes.
Alicia, ¿me quieres explicar qué hago yo aquí?
¿Haz el ridículo tú sola?
Es que la camiseta que he tirado es tuya.
¡Uy!
Hola.
Hola.
¿Cómo está?
¿Cómo está?
Hola. Hola.
Perdona, es que estábamos tendiendo la ropa
y a Belén se le ha caído una camiseta en vuestra cuerda.
Sí, se me ha caído.
Esta, ¿no? Sí, justo.
Como no sé de quién eres, va a bajársela al portero.
No, al portero no, que se la queda.
Bueno, pues...
Pues nada.
¿Un día podríamos quedar los cuatro y tomar una copa?
Sí, sí, venga, cuando queráis.
¿Esta noche? Esta noche.
¿Mañana? Yo es que no sé si...
¿Te va bien a las diez? A las diez, sí.
¿En vuestra casa? No, mejor aquí, ¿no?
Bueno...
Díselo a tu amigo, ¿eh?
¿A Mauri? Sí, sí, ya se lo digo.
Vamos, que va a estar encantado.
¿Qué, qué?
¿Pero por qué has quedado con ellas?
¿Pero qué querías que hiciese? No se me ocurrió ninguna excusa.
Las hay muy buenas.
¿Que eres gay, que tienes novio, una relación estable?
Pero si no pasa nada, quedamos con ellas,
y en un rato tomamos una copa y tan amigo...
No, no, no, no, conmigo no cuentes.
No tengo yo otra cosa que hacer a estas alturas que ir de tero por la vida.
No, no.
¿Pero qué pasa, que no puedo tener amigas o qué?
Sí, sí, son lesbianas.
¿De qué te rías? A ver, no, ¿de qué te rías?
Es que me parece tan absurdo que me hace gracia.
¿Ah, sí? ¿Sabes lo que te pasa? Que a ti eso te gusta.
No digas sandeces, Mauri.
Sí, y tú quieres comprobar qué es lo que se siente cuando uno se acuesta con una mujer.
Ya me acosté con una mujer.
No me lo recuerdes, por favor, que no hace falta.
¿Sabes lo que te digo? Ay, que me cargo al conejo.
Que si quieres tirar cinco años de relación por la borda, que los tires.
¿Qué pasa? Tú mismo.
Me llevamos tres.
¿Tienes nada más? Se me han hecho larguísimos.
¿Sabes qué, Fernando? Que me voy.
¿A dónde?
No tengo la menor idea, pero me voy. Bueno, soy yo.
Mauri.
¡Pum, pum, pum!
¡Wiu, wiu, wiu!
¡Wiu, wiu, wiu!
¿En serio piensas renunciar a mi vecindario?
Pues claro que no. ¿Por qué?
Porque no vamos a salir vivos de aquí.
Tranquilo, que solo quería meterle el miedo en el cuerpo.
Ya, pero me lo has metido a mí.
Se ha debido correr la voz porque en el portal me han dedicado unas cuantas miradas cariñosas.
Ya, ¿y qué querías que hiciese?
Es ese tío de abajo que me pone enferma.
Bueno, pues no sé, pero por lo menos, consultame.
A lo mejor a mí no me apetece vivir enfrentado con todos los vecinos.
Bastante tengo ya con las obras.
¿Y qué quieres que hiciese?
¿Qué quieres que hiciese?
¿Qué quieres que hiciese?
¡Vamos! ¡Bastante tengo ya con las obras!
Vale.
Te noto un pelín tenso.
¿Tenso?
No, ¿qué va? No me he cortado las venas porque con el caos no encuentro la cuchilla.
No.
Yo también quiero relajarme un poquito.
No te enfades.
Vamos a ver, señora.
Yo no puedo venir a desconectar el arma cada vez que le salte.
Hombre, por favor, que tengo a los niños durmiendo, ¿eh?
Es que entre esto y lo de las obras, aquí no hay quien pare.
¿Estabas viendo? No hemos ido a nosotras.
Estábamos en el dormitorio, ¿verdad?
Ya no sé ni dónde estoy.
Tengo un sueño horroroso.
Entonces, ¿quién ha sido?
Vicenta, si deja el perro suelto, la alarma salta.
¿Y por qué?
Si Valentín no es un ladrón.
No, pero se mueve.
Y eso, es un sensor de movimiento.
No ves cómo no es una cámara y tú cada vez que pasa por delante el saludas.
Oye, Juan, esto no puede seguir así, ¿eh?
Vamos a ver.
Si no saben utilizar la alarma, no la conecten.
¿Cómo que no? ¿Y si no se entran?
A ti no te entra nadie desde el 68.
Bueno, vamos, vamos ya.
Todos a dormir.
Pero mira, ¿la está conectando otra vez?
Claro, es que nos vamos a la cama.
¡Ala, todos fuera, que tenemos diez segundos!
Tú, venga, coge al perro.
Vamos, Valentín.
Señoras por Dios,
esa alarma, que los hay que madrugamos.
¡Vamos!
Hola. Ya estamos aquí.
Perdón por el retraso. Es que nos ha pillado a Tascó.
Pasad.
¿Qué trae esta batalla de whisky?
Ah, muy bien, muchas gracias.
Os sirvo a vosotras, ¿vale? Yo prefiero vino.
¡Sintamos!
¡Qué casa más chula, eh!
¡Muy bonita!
Con...
Me habría subido a la junta de vecinos, no va a poder venir.
Ah.
Pero bueno, no pasa nada. Nos tomamos algo los tres.
Sí, sí, no pasa nada.
Cuánto se me pase esta sensación de inmediación,
seguro que me la paso genial.
¿Te has dado cuenta, no es?
Sí, patético.
Es que no me hacen caso ni los que no me gustan, Alicia.
No, Fernando le ha dicho a Mauri
que se vaya para que nos quedemos solos.
Betty, Betty.
¿Cómo que me vaya?
¿Pero qué quieres, quedarte aquí de sojeta velas?
Pues anda como siempre, en cuanto os empecéis a dar el lote
me puedo ver la tele.
No, Betty, no la hagas así.
Siempre lo hacemos así, no sé a qué viene.
Gracias.
Bueno.
El vino.
Y unas patatitas o algo.
Bien.
¿Estáis todos bien? ¿Necesitáis algo?
Un cenicero.
Uy, no, eso no, porque aquí no se puede fumar.
Joder, con Europa ya no se puede fumar ni en las juntas de vecinos.
Lo siento.
Enseguida empezamos, ¿eh? Pero coge canapés,
comer, que están para comérselos,
no para mirarlos. Están buenísimos, ¿eh?
Ahora vuelvo.
¿Qué canapés?
Es una mortadela.
Está buenísimo, ¿eh? Ya he puesto hasta mantequilla y todo.
Pues es un hombre.
No tengo hambre, yo. Bueno, bueno, qué tensión hay en el ambiente.
Bueno, vamos a ver, que ya he echado cuentas.
Si viene una inspección y tenemos que
arreglar el ascensor,
la escalera, la pintura, las grietas,
los extintores y cambiar la caldera
nos sale por unos 18.000 euros.
Tres millones de pesetas.
Ah, pues entre todos, ¿no es tanto?
No, tres millones de pesetas por piso.
Ay, Dios mío, ¿qué dice? ¿Pero cómo vamos a pagar eso?
No prefiero que se caiga el techo y nos mata a todos.
La culpa la tiene ese
imbécil de presidente que tenemos.
¿Y tú qué? ¿No dices nada?
Sí, se me voy.
¿Pero cómo te vas a ir? ¿Vas?
¿Dónde vas? ¿Hay que votar? Siempre hay un tráfuga.
Para, para, para, para,
para, para. Si llegas ahora va a parecer
que estás celoso. Y no
estás celoso, Mauri.
Que haga porque le dé la gana.
Pues que también es mi casa. Y yo en mi casa
puedo entrar y salir cuando quiera.
Mierda.
No pesquis muy pronto.
Mira que voy a bajar.
Además, matándome casita con menos.
Eso de ser abogado suena muy bonito, ¿no?
Al principio crees que vas a arreglar el mundo.
El mundo es una mierda.
Yo no tengo trabajo.
Él está de a poco. Con mis padres que ni me
hablo. Bueno, los hombres son unos inmaduros.
Oye, es que Belén se va a tener que ir.
Es que se encuentra mal, me lo ha dicho
antes. Bueno,
pues nada, me quedamos otro día.
No, pero si no es para tanto.
Quédate un rato, mujer.
Ya estoy aquí.
Ya.
Perdonadme el retraso,
pero es que me he encontrado
con mi ex novia y me han montado un número.
¿Qué me dices? Lo que oyes
es que se ha puesto nerviosa y ha tratado de
cortarse las venas con el abono transporte.
Muy desagradable.
¿No estabas en la junta? No, yo no.
Creíamos que ya no venías.
Pues aquí estoy.
Belén no ha dejado de preguntar por ti.
Ah, sí. Bueno,
algo he preguntado. No seas
tímida, mujer. Bueno,
pues me voy a poner
una copita.
¿Queréis más hielo, no?
Yo sí.
¿Te va a poner hielo a mí?
Estamos todos muy nerviosos.
¿Y a ti desde cuándo te gusta whisky?
Desde que a ti te gustan las mujeres.
Ya verás ya, ya verás lo bien
que lo vamos a pasar.
¿Han llegado todos? Faltan los nuevos.
Tienen miedo. ¿Han visto que todos los vecinos
me apoyan y se han echado atrás?
Yo no quería llegar a esta situación.
Paloma, ¿piensas tú? Sí. ¿Me han olvidado?
Sí, cariño.
¡A triunfar!
¡Coraje!
¡Ole, mi presidente!
¿Qué vamos a hacer?
Buenas tardes. Bienvenidos todos.
Vamos a dar comienzo a la junta extraordinaria.
¿Faltan los nuevos?
Bueno, pero somos suficientes propietarios
para que la votación sea válida, así que vamos a empezar.
Apague su teléfono móvil y no fumen.
Para hablar, levanten la mano.
Y para insultar también me la levantan.
Orden del día.
Punto primero.
Buenas noches. Perdón por el retraso.
Hola, buenas noches.
Buenas noches.
Qué monaba esta chica siempre.
Continúo.
Punto primero.
Votación para ejercer la acción de cesación
y requerir formalmente al propietario del tercero A
para que detenga la actividad molesta, insalubre y nociva
que viene desarrollando en su vivienda
y que impide el normal desenvolvimiento
de la convivencia en esta nuestra comunidad.
Pero bueno, no veníamos a hablar de las obras.
Pues eso ha dicho.
Que vamos a votar todos para que pare las obras.
Qué mal se explica tu marido.
Lo hace a costa.
Para que no le entendamos.
Queridos convocados,
como sabéis, desde hace una semana
tenemos unos nuevos vecinos que han decidido
echarle un pulso a esta comunidad.
Sin avisar a nadie,
han iniciado unas obras de reforma que nos molestan a todos
y que ponen en peligro
la seguridad del edificio.
Eso es mentira.
Un respeto que está hablando el presidente.
Con la ley de propiedad horizontal en la mano,
si votamos a favor de que se pare las obras,
se paran las obras.
O eso o vamos a los tribunales.
Vamos a votar a favor de los votos.
Votos a favor de que se pare la obra.
Uno.
Bueno, vamos a ver que creo que no me habéis entendido bien.
He dicho
los que estén a favor.
A favor, eh.
De que se pare las obras, que levanten la mano.
Uno, uno.
Ya, ya, ya, ya lo veo.
¿Me voy a levantar la mano?
Hombre Vicenta, gracias.
Dos votos a favor.
No, no, ¿a que dónde está el baño?
El baño está ahí al fondo, a la derecha.
Es por si luego tienes ganas. Gracias.
Bueno, a ver, votos en contra.
Yo tengo dos votos,
lo recuerdo.
Uno, dos, tres,
todos.
Bueno, yo no entiendo nada. ¿Se puede saber qué está pasando aquí?
Pobrecitos, pues tampoco molestan tanto.
Yo ya me había acostumbrado a los ruidos.
No, pero la parabólica no me la toca a nadie.
O sea que os habéis vendido, eh.
Habéis cedido al chantaje y las amenazas de aquella mujer.
Qué vergüenza.
Es indignante.
Lo que es indignante es que se le dé tanta importancia a nuestras obras.
Cuando me parece mucho más grave el estado del edificio
o la mala gestión de la comunidad.
Bueno, eso está muy bien, pero suena a demagogia,
porque no figura en el orden del día.
La chica tiene razón.
Las escaleras están fatal.
El otro día por poco me mato.
Y a mi el telefonillo me da calambre.
Que en la instalación eléctrica había que cambiarla.
Si el día menos pensado se incendia el edificio
y morimos todos carbonizados.
Si nos van a tener que identificar por los dientes.
Si esta no tiene.
Bueno, vamos a ver que eso ya lo hemos hablado.
Y es verdad que hay que hacer cosas.
Pero es que ahora no hay dinero.
¿Dónde están?
En el nuevo coche que se han comprado.
¡Pero, alga, señora!
¿Se está dudando de mi honestidad?
Se está dudando.
¿Por qué no se contrata un administrador?
A lo mejor usted no lleva bien las cuentas.
¡Chorizo!
En 12 años que llevo de presidente,
jamás había oído nada parecido.
¿12 años?
¿Aquí no se elige presidente cada año?
Mi marido es el único que se presenta
todos los años voluntario.
Yo me ofrezco voluntaria.
A lo mejor lo que necesita la comunidad es un cambio.
Yo no pienso dimitir.
Yo creo sinceramente que mi labor ha sido...
¡Váyase, señor Cuesta!
¿Cómo vamos a votar a esta chica si no la conocemos de nada?
¡Se arregla en la escalera!
Yo también, a condición de dejar mi parabólica donde está.
Lo que hay que hacer es poner una para todos en la azotea,
que es más barato.
Yo llamo a la empresa y a mi padre nos pintan el edificio
por la mitad de precio.
¡Ordel!
¡Ordel!
¡Se suspende la junta!
¿Por qué no empezamos por votar a la chica?
Porque no figura en el orden del día.
¡No hay ruegos ni preguntas!
¡No hay ruegos ni preguntas!
¡Bueno, todo el mundo!
¡Se te acabó el choriseo!
¡A ti sí que se te ha acabado!
¡Venga ya, choriseo!
No te preocupes de nada, Juan.
¡Tú no te preocupes de nada!
Bueno, ha ido bien, ¿no, señor presidente?
Aquí no hay quien viva, aquí no hay quien viva, no.
Es que el problema de Fernando con las mujeres es que es muy tímido.
¿Sabes? Muy inseguro.
No sabe bien lo que quiere, ¿verdad?
¿Podemos dejar de hablar de mí, por favor?
No, si a mí me pasa lo mismo.
Pero es porque todavía no he encontrado al hombre de mi vida.
Mira que lo busca, ¿eh?
¡Todo el día!
No, pero es que Fernando nos le echa huevos.
O sea, oye la palabra compromiso y sale corriendo.
Y el hombre, yo me temo,
yo voy a acabar muy solito.
¿Estás con alguien ahora?
¿Algo hay?
Sí, algo hay. Lo que no sabemos es lo que va a durar.
Porque es que me está empezando a agoyar un poco.
Uy, esas son las peores.
A Belén siempre la dejan por eso.
Voy a poner una copita, así tengo las manos ocupadas.
Fernando, así te agobia, lo mejor es que la dejes.
Oye, chupé, perdona, que eso de dejar no es tan fácil.
Oye, déjala, déjala, no...
Es una chica estupenda, no...
Es que este...
Tú cuentas lo que te da la gana, nada más, ¿eh?
Sí, pero, Mauri, no creo que a ellas les interese mi vida personal.
¡Uy, sí! Si que nos interesa, claro que sí, ¡a que sí!
Bueno, pues llegados a este punto,
no me queda más remedio que deciros...
Que nos hemos quedado sin hielo.
Nosotras tenemos en casa.
¿Será por hielo?
Lo que pasa es que se ha hecho un poco tarde.
Yo mañana trabajo.
Ya que no me voy a trabajar, si tienes hielo, acaba de empezar.
¡Venga, vamos, hombre! Se acaba de empezar.
¡Venga, enseguida!
Bueno.
¡Esa música!
¡Esa música!
¿Qué? ¡Mi casera!
¿Qué? ¡Vamos por el ascenso!
¡No, no quiero que sal! ¿Qué para qué vamos a la subida por hielo?
Se lo pedimos a estas que tienen un metodo.
¡No! ¡Tío!
¡Que son más de las doce!
¿Pero quién será a estas horas?
Vicenta, cuidado con la alarma.
¡Tira, corre, corre!
¡Core, corre!
¿Ves?
¡Marco los números y no se calla!
¡El señor me lo ha puntado mal!
¡Déjame a mí!
¡A la, a la cama!
¡Veras cómo lo haya roto!
Parece que tardan.
¿Qué?
A que no sabes una cosa.
Mira, mira, Alicia.
Me lo he pasado muy bien. Me pareces una chica estupenda.
Pero es que yo ahora no quiero nada.
Estoy pasando una etapa personal un poco complicada.
Yo creo que lo mejor sería que fuéramos solo amigos.
Ah.
No, te iba a decir que salgo en esta revista.
Anunciando barritas de muesli.
¿Esas energéticas?
Sí.
Están muy ricas.
A mí no me gustan.
Oye, que me voy a subir.
Que tú te querrás acostar.
Sí.
Bueno, que...
Nada, que me lo he pasado muy bien.
Que cuando quieras podemos volver a vernos.
Ya, ya me lo has dicho antes.
Bueno.
Bueno.
Sorpresa.
Traemos una botella de tequila y los grandes éxitos de ti.
Lo siento, no me ha dado tiempo a esconderlo.
El chiringuito.
Yo voy a dormir.
No hagáis mucho ruido, por favor.
Bueno, yo también me voy.
Que estoy muy cansada.
Pero ¿qué es esto? ¿La ruta del muermo?
Es la primera vez que se va a dormir antes que yo.
Hay que celebrarlo.
Y tanto.
El chiringuito.
¿Tienes ligón para las margaritas?
No, pero se lo pedimos a vecinas.
¿Qué le pasa a papá?
Nada, cariño, está disgustado.
Ha tenido un mal día.
¿Por qué no lo rematamos para que no siga sufriendo?
No digas burradas. Venga, a la cama.
A la, volver a la cama.
Venga, los dos.
Juan.
Necesitas algo.
He hecho el ridículo.
No, mi amor. Venga, vamos a la cama.
Me han perdido el respeto, paloma.
¿Qué no? Que sí.
¿Te respetan mucho?
Me gusta ser presidente.
Pero si lo vas a seguir siendo. ¿Cómo?
Pues yo me encargo de ello, tú no te preocupes.
¿Qué vas a hacer?
Pues bueno, tú no sabes de lo que yo soy capaz de hacer por amor.
Tú me quieres, ¿verdad, paloma?
Claro que te quiero. Te idolatro, eres el hombre de mi vida.
Y yo te adoro y te deseo.
No sabes la de cosas que he pensado
para seguir siendo presidente.
Tú y presidenta yo.
Pues a mí me gustaba eso de tener alarme.
Me sentía segura.
Pues a partir de ahora, si quieres sentirte segura,
te pones una compresa con alas.
¿Y si nos entran los ladrones?
Pues que nos maten, pero en silencio.
Oye, que estaba leyendo.
¿Puedo pasar?
Ay, no, es que
estaba leyendo esto, ¿sabes?
Belén, ha sido pillada.
Mira, mañana salimos por ahí,
te ligas a otro chaval y ya está,
se te olvida. Fácil.
A la moja no le tenía que haber besado.
¿Has besado?
¿Y te ha respondido?
Todavía no.
Amiga.
Yo creo que es cuestión de darle tiempo.
Sí, yo creo que sí que va a ser el tiempo,
eso es lo que... Sí, va a ser eso.
Bueno, venga, hasta mañana.
Qué sonrisa tiene.
Es más mono.
Qué mono es.
Sí. Que te gusta a ti.
Sí.
Oye, ¿qué tal en la junta? ¿Qué ha pasado?
¿Qué ha pasado? Que me querían hacer presidente.
Claro, como beben, que tengo coco.
¿Y tú qué les has dicho?
¿Qué les iba a decir? Que no, si no pagan ni Honduro.
Oye, ¿qué te iba a decir si pusieras aquí
unas máquinas estragaperras, unos recreativos,
un algo, no sé? Esto es un videoclub.
Bueno, pues, no sé, dame una película.
Primero te tienes que hacer socio, además,
estoy cerrando, Emilio.
Pero bueno, ¿qué videoclub es? Que están todas las cajas vacías,
tío. Las cintas las tengo yo ahí,
para que no me la roben. Esto es una
tapadera para vender lejías. Por favor, ¿me puedes
dejar un poquito en paz? Que tengo que hacer caja,
de verdad. Bueno, pues, no hace falta que te pongas así.
Estoy dando unos consejos de amigos porque le veo
a los videoclubs que les falta vida. Yo llevo aquí
dos horas y aquí no entra nadie.
¿Cómo que no entra nadie? ¿Ha entrado mucha gente? Mira, no te engañes,
Paquito, que yo llevo aquí dos horas y aquí no ha entrado ni Dios.
Y eso es porque les falta esto, una poquito
de vida. Aquí un billet, unos recreativos
allí, no sé, un algo, un...
Una piscina, ¿no? Y sombrillas.
No, no, no, una piscina, no, pero, bueno,
lo que tú quieras, ¿qué te vais a decir? ¿Y las películas porno?
Aquí, aquí, aquí no hay quien viva,
aquí no, aquí no.
Soy de la Concejalía de Medio Ambiente
y vengo para informarle del nuevo plan
de gestión de residuos urbanos
y para traerle los nuevos cubos de basura.
Recyclaje, ¿eh? ¿Lo ven?
Tres cubos, tres bolsas de residuos.
Yo lo tiro todo junto.
Si luego quieres separarlo, no, separalo tú
y así te ganas el sueldo.
Joder, Lucia, es que te metes en unos fregados.
Eh, eh, eh, eh, de Lucia nada, eh.
A partir de ahora, señora presidenta.
Lo primero que va a hacer es subir la comunidad.
¿Y tú cómo sabes eso?
Porque me lo ha dicho ella.
200 euros todos los meses.
¿Cuánto? ¿A ti te gusta tu trabajo?
Que si me gusta, me encanta,
no se me nota. Pues la nueva presidenta te va a echar.
Que me va a echar, renuncio.
Juan. No quiero volver a saber nada de esta comunidad.
Nunca más. Se acabó. Se acabó.
Se acabó. Pero hasta la próxima
junta mi marido sigue siendo el presidente
de esta escalera.
¿Os guste o no os guste? ¡Hombre ya!
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