En casa de mis abuelos, en un rincón del viejo desván, está la esencia de mi Navidad española.
Todos los años sacamos las figuras del Belén de una gran caja de cartón.
Las colocamos con cuidado.
El portal de Belén, la Virgen, San José, el Niño Jesús, los pastores y, al final, los tres Reyes Magos en sus camellos.
Están lejos, pero cada día les vamos acercando muy despacio a la cuna.
Este es un detalle importante para los niños españoles.
El nacimiento de Jesús la noche del 24 de diciembre, Nochebuena para los franceses, Heiligabend para los alemanes, es la fecha fundamental de la Navidad cristiana.
Si los niños franceses y alemanes esperan esta noche con gran impaciencia, es porque, claro, junto con el Niño Jesús llega Papá Noel.
Con su trineo, sus renos y todos sus regalos.
Si en Francia y en Alemania Papá Noel es muy generoso, hay que decir que en España lo es mucho menos.