¡Bienvenidas, mentes curiosas! ¿Conocéis la historia de la emperatriz Carlota, la única mujer que ha gobernado México?
La tía de su abuela fue María Antonieta; su abuelo, Luis Felipe I de Orleans, fue el último rey de Francia; y su padre, Leopoldo I, fue el primer rey de Bélgica.
Su nombre completo era María Carlota Amelia Augusta Victoria Clementina Leopoldina de Sajonia-Coburgo-Gotha, y nació en el castillo de Laeken, cerca de Bruselas, el 7 de junio de 1840.
Su madre, la reina Luisa María, falleció de tuberculosis cuando Carlota tenía solo 10 años.
Su padre, el rey Leopoldo de Bélgica, la educó para gobernar, por lo que aprendió mucho acerca de política, geografía e historia, aparte de filosofía, música y arte; y la joven hablaba francés, alemán, inglés, italiano y español.
Leopoldo I aspiraba a que su hija se casase con el heredero de una importante casa real europea, pero, aunque tuvo muchos pretendientes, ninguno resultaba del agrado de Carlota.
Hasta que conoció al archiduque de Austria Fernando Maximiliano de Habsburgo, hermano pequeño del emperador Francisco José I, casado con la famosa emperatriz Sisi.
Maximiliano tenía buen porte, era galante y un gran conversador, además de poseer sensibilidad artística.
Carlota se enamoró de él y, aunque le costó mucho convencer a su padre de que le permitiera contraer nupcias con él, ya que Maximiliano no era un primogénito, finalmente Leopoldo I cedió y permitió que su hija, de 17 años, se casara con el Habsburgo, pese a que este no tenía ningún reino que heredar.
Tras la boda, la pareja se trasladó a la corte de Viena, donde la joven hizo buenas migas con su suegra, la archiduquesa Sofía.