Perder algo que amamos, o alguien que es querido para nosotros, puede causarnos mucho dolor.
Para aceptar la pérdida y superar el dolor, a menudo pasamos por cinco etapas de duelo.
Negación, ira, negociación, depresión, y finalmente aceptación.
Primero viene la Negación.
Cuando experimentamos una pérdida, nos sentimos conmocionados y entumecidos, y luego simplemente negamos lo que pasó.
La negativa a aceptar la verdad nos protege temporalmente de todos los pensamientos negativos y las consecuencias de la tragedia.
La negación nos da un poco de espacio para respirar.
Luego viene la Ira.
Nos sentimos furiosos y resentidos, a menudo culpándonos a nosotros mismos o a otros por la catástrofe.
La ira nos protege del dolor.
