Estas son las tundras árticas en Canadá, y este el estuario de Tierra del Fuego en Argentina.
A estas dos regiones extremas los une un pequeño viajero, el playero rojizo, conocido también con el nombre científico Calidris canutus.
Esta especie pertenece a la gran familia de aves playeras que conforman alrededor de 217 especies de aves playeras en el mundo, de las cuales 81 se encuentran en las Américas durante todo su ciclo de vida.
En Norteamérica se reproducen 52 especies y 35 especies en Centro y Sur de América.
La longitud de estas aves varían desde los 15 centímetros hasta los 58 centímetros, que son las más grandes.
Y un adulto de playero rojizo puede medir unos 25 centímetros y pesar 150 gramos, menos que un smartphone.
Las travesías que emprenden estos pequeños viajeros cada año es poco más de 32,000 kilómetros.
Llegan al Ártico en junio y parten en julio de vuelta al sur para llegar a fines de octubre y principios de noviembre.
Donde permanecen en estas regiones hasta mediados de febrero, recargando energías para así de nuevo emigrar al otro extremo del planeta y cerrar este circuito.
Estas aves playeras migran durante la noche, donde las condiciones son más favorables, con temperaturas frescas, vientos calmados y menos de predador, y vuelan a una altitud de entre 200 a 4000 metros en sus travesías a una velocidad de entre 30 a 65 kilómetros por hora.
