En "El cuento de la criada", novela futurista de Margaret Atwood, un régimen cristiano fundamentalista denominado "República de Gilead", ha instaurado un gobierno teocrático a través de un golpe militar en Estados Unidos.
En teoría, el régimen restringe a todo el mundo, pero en la práctica algunos hombres han estructurado Gilead de modo que tienen todo el poder, especialmente sobre las mujeres.
El cuento de la criada pertenece al género que Edward denomina "ficción especulativa", pues expone el marco teórico de un futuro posible.
Esta característica es común a las narraciones tanto utópicas como distópicas.
En las novelas de Atwood, el futuro posible suele ser negativo o distópico, donde el accionar de una minoría destruye la sociedad que conocemos en la actualidad.
Las narraciones utópicas y distópicas tienden a reflejar corrientes políticas.
Los textos utópicos suelen describir una sociedad idealizada en la que se presenta un plan a seguir.
Por otro lado, las distopías no son necesariamente predicciones de un futuro apocalíptico, sino más bien advertencias sobre el rumbo que una sociedad va trazando hacia su propia destrucción.
El cuento de "La criada" se publicó en 1985, cuando conservadores criticaban las conquistas de la segunda ola del feminismo.
El movimiento luchaba por mayor igualdad social y legal para la mujer desde la década de los sesenta.