Yo soy Malasaña, uno de los dos barrios de Madrid junto a La Latina que llevan nombre de mujer.
El mío se lo debo a Manuela Malasaña, una apasionada costurera convertida en heroína popular en el levantamiento contra las tropas napoleónicas del 2 de mayo de 1808, fecha que da nombre a la más importante de mis plazas.
En el siglo XX fue el corazón de la Movida Madrileña, un movimiento cultural y social de los años 80.
Músicos, pintores, escritores y diseñadores pintaron sus pasos con miles de colores y me contagiaron una diversidad infinita.
Hoy sigo siendo esa bohemia transgresora, vestida en pequeñas tiendas de diseño y moda vintage que me han convertido en icono de modernidad.
Pero aún disfruto de las historias castizas de mis edificios, de sus balcones centenarios, y paseo curiosa por el Museo de Historia y me emociono en la iglesia de San Antonio de los Alemanes para terminar disfrutando al sol junto a los míos.
Porque si algo me hace brillar es la vida en mis calles, bulliciosa y colorida, que hace de mí el barrio más alternativo de Madrid.
En el Día Internacional de la Mujer recordamos a Manuela Malasaña, a La Latina y a tantas mujeres excepcionales que habitan y visitan Madrid.
