Crises, sacerdote del dios Apolo, se dirige al campamento de los griegos para solicitar al jefe de los aqueos, Agamenón, que le devuelva a su hija Criseida.
Agamenón, humilla al anciano sacerdote provocando que éste le implore al dios Apolo y castigue a Agamenón por su soberbia.
La obra empieza con el ejército griego asolado por esta peste de nueve días enviada por Apolo para luego explicarnos su causa.
Aquiles le pregunta al adivino Calcas por el motivo de la peste y este le revela que Agamenón debe devolver a Criseida a su padre Crises.
Agamenón lo hace, pero para demostrar su poder a cambio se lleva a la esclava de Aquiles, llamada Briseida.
Aquiles es ofendido ante el rapto de su esclava Briseida, entra en cólera y se retira de la batalla.
Los troyanos, encabezados por Héctor, logran hacer retroceder a los griegos, que ya no tenían a su héroe Aquiles luchando.
Agamenón intenta persuadirlo y le devuelve su esclava para que vuelva a la batalla, pero este no accede.
Su amigo Patroclo también le pide que regrese, se niega pero le entrega su armadura para que este luche y le pide que se limite a solo defender las naves griegas.
Patroclo, confiado y vestido de Aquiles hace que los troyanos retrocedan y mata a Sarpedón, hijo de Zeus.