I. El inca Atahualpa
Cuando los españoles llegaron al Nuevo Mundo, muchos pueblos aborígenes habían desarrollado civilizaciones bastante avanzadas.
Las más importantes de ellas fueron la azteca, la maya y la inca.
Los invasores, valiéndose, entre otras cosas, de la superioridad de sus armas y de estrategias que incluían la intriga y la traición,
no solo lograron conquistarlas y someterlas a su dominio sino que también destruyeron, en lo esencial, su cultura y su sistema político.
He aquí un episodio ocurrido durante aquella época, denominada la conquista.
Atahualpa, el último emperador de los incas, descansaba en su campamento cuando le dijeron que un extranjero quería entrevistarse con él.
Al salir a recibirlo, vio que un hombre venía hacia él montado en un extraño animal que corría tan rápido que, al llegar, casi lo derriba .
Sin embargo, aunque muchos de sus soldados mostraron gran temor, el inca permaneció sereno.
El visitante era Hernando de Soto, mensajero enviado por el jefe del ejército español, Francisco Pizarro.