Se estima que en la primera guerra mundial perdieron la vida unas 20 millones de personas, mientras que, en la segunda, el número fue de unos 80 millones.
Para ponerlo en perspectiva, estas cifras equivalen a la población de Chile y de Alemania, respectivamente.
Pero más allá de las terribles pérdidas humanas, analicemos cómo nos afecta en la actualidad que haya habido dos guerras mundiales en cuanto a la geografía, sociedad y política, ciencia y tecnología, y medicina.
Comencemos con los países y sus fronteras.
El mundo se ve hoy muy distinto a como se veía en 1914. La primera guerra mundial causó la disolución de cuatro imperios: el ruso, el alemán, el austrohúngaro y el otomano (siendo este último uno de los más longevos de la historia, con una duración de 623 años).
La segunda guerra mundial, por su parte, causó la disolución del Imperio italiano, el Tercer Reich, y el Imperio del Japón.
Pero no sólo eso, sino que empezó un proceso de descolonización alrededor del mundo, y por el cual países como Dinamarca, Bélgica, Holanda, España, Francia, Reino Unido y Portugal perdieron sus últimas posesiones colonizadas.
¿El resultado?
En la actualidad se pueden listar 195 países y, antes de la primera guerra mundial, la cifra rondaba los 60.
Es muy probable que sin las guerras hoy en día siguiesen existiendo estos imperios (o parte de ellos, o quizá nuevos).