Recientemente, una pequeña minoría de Estados ha acabado de manera cínica con los progresos alcanzados en los proyectos de convenio que se están examinando.
Una monja de servicio llevó una garrafa con frutas picadas en un vinazo de dos orejas, y un platón de aguas humeantes que impregnaron el aire de un olor medicinal.
No me contentan nada estos nombres: a mal viento va esta parva; todo el mal nos viene junto, como al perro los palos, y ¡ojalá parase en ellos lo que amenaza esta aventura tan desventurada!
Sí, me he afeitado, me he lavado y me he peinado, pero todavía no he desayunado. Sólo he bebido un vaso de agua fría aunque en el minibar hay café, leche, cerveza, etcétera.