2.El sufrimiento de estas personas se agravaba debido a la falta de alimentos y agua y a las condiciones antihigiénicas de los pequeños recintos vigilados donde estaban confinadas, en los que incluso se veían obligadas a hacer sus necesidades debido a las restricciones de circulación que se les imponía.
4.Lo que pasa es que los dueños se pasan la vida educándolos con hábitos que los hacen sufrir, como comer en platos o hacer sus porquerías a sus horas y en el mismo sitio.