Quedaban apenas los muebles indispensables, los candelabros y el servicio de plata, porque los útiles domésticos habían sido vendidos, uno a uno, para sufragar los gastos de su educación.
Asimismo, los políticos decidieron que la deuda de los bancos, que es privada, se convirtiera en deuda del Estado que no sólo tendrán que pagar los ciudadanos, sino también sus hijos.
El pago del impuesto sobre la renta por parte de las pequeñas empresas y las microempresas, y de los industriales y comerciantes autónomos queda aplazado sin excepción hasta el año que viene.
Por ejemplo, los contaminantes deberán pagar un impuesto de 1.2 yuanes por la emisión de 0.95 kilos de dióxido de azufre y 1.4 yuanes por descargar 100 gramos de petróleo en el agua.
Allí se pagan la mayoría de los impuestos federales, pero no hay real injerencia en las decisiones que se toman en Washington DC: ni en el Congreso ni tampoco en la Casa Blanca.