Aunque la mayor parte del material destinado a la base de conocimientos está ya preparado, se elaborarán nuevas directrices para cuando existan lagunas.
Resulta sumamente preocupante que, a sólo unas semanas de las elecciones, siga habiendo un déficit de financiación de alrededor de 31 millones de dólares.
La disponibilidad de recursos externos y la utilización de incentivos económicos y los instrumentos de política comercial podrían ayudar a cubrir el déficit de recursos.
A estas alturas todos deberíamos tener perfectamente claro que si queremos cruzar el abismo que constituye la financiación para el desarrollo no podemos dar unos pasitos.
Es muy aconsejable que los países desarrollados procuren colmar estas lagunas lo antes posible, preferiblemente convirtiendo los esquemas de preferencias unilaterales en obligaciones exigibles por ley.
Preocupa que después del retiro de la UNAMSIL se agudice la falta de información, ya que actualmente no existe una clara política oficial de información pública.
No obstante existe una escasez de fondos para los elementos críticos de la reintegración y la reforma del sector de la seguridad, estos procesos están igualmente en curso.
Los planes de respuesta para la República Centroafricana y Somalia sufren los mayores déficits en comparación con el año pasado, con hasta un 33% menos de fondos en el caso de Somalia.
Y las organizaciones humanitarias se enfrentan a un déficit de financiación de 37.000 millones de dólares para responder a las emergencias que afectan a millones de personas necesitadas en todo el mundo.
En una esquina, sobre un baúl, se acumulaban unos cuantos enseres de uso escaso: un canasto de paja, una palangana desportillada, dos o tres orinales llenos de desconchones y un par de jaulas de alambre oxidado.