En los casos en que sigue siendo legal o es aceptada, se ha demostrado que la prostitución ha prosperado pues esos países son imanes para traficantes, proxenetas y otros delincuentes.
Habida cuenta de que un empresario tiene más libertad para organizar el tiempo de que dispone y de que es su “propio patrón”, no tiene que lidiar con el “techo de cristal”.
Sin embargo, el hecho mismo de que la mitad de las mujeres de esta parte del sector privado tengan la calidad de propietarias marca un gran progreso en relación con el sector social.