Refiriéndose al segundo objetivo central del Tratado, el orador dice que el fin de la confrontación Este-Oeste creó nuevas oportunidades para el desarme.
Se ha creado un nuevo mercado mundial que hace caso omiso de la divisoria —que durante tantos decenios pareció absolutamente fundamental— entre oriente y occidente.
El malestar en el Occidente industrializado se propagará pronto si la comunidad internacional no se esfuerza por lograr una mejor distribución mundial de la riqueza.
Si bien es patente que los países occidentales (Europa occidental, Estados Unidos, Canadá, Australia) combaten principalmente la mutilación genital femenina, parecen destacarse dos tendencias principales.