La trata de mujeres y niñas para obligarlas a realizar trabajos domésticos, pedir limosna, casarse, prostituirse o tejer alfombras es un problema crítico.
Se denunció la venta, por una empresa transnacional a otra, de Puerto Casado (Paraguay) (incluidas la población, las tierras, el pueblo y la iglesia de ese lugar).
Se han recibido denuncias de que niñas de hasta 12 años han sido dadas en matrimonio, en una sociedad en que la edad para otorgar el consentimiento para casarse son los 14 años.
Sin embargo, si no tiene hijos, el testamento hecho antes de casarse será ejecutado después de que la esposa o el marido haya recibido los bienes correspondientes a su hijuela (fard).
El legislador ha ampliado recientemente las facultades otorgadas al Tribunal Rabínico al tratar con un esposo reacio a otorgar a su esposa un “Get” (decreto de divorcio), lo que la impide volver a casarse.
A las mujeres (y los hombres) se les obliga por lo general a aceptar como consorte a una persona escogida por sus familiares y las viudas sólo pueden casarse con el hermano o el primo del marido difunto.
Debería decirse, ante todo, que esas leyes no permiten la poligamia, y que se otorga a las mujeres el derecho a decidir, exactamente igual que los hombres, si quieren contraer matrimonio, así como cuándo y con quién desean casarse.