Por ejemplo, en la mayor parte de España la “ce” y la “zeta” tenían pronunciación diferente a la “ese”, pero no en las Islas Canarias ni en Andalucía, donde se pronuncian “sss”.
Una de las cosas principales es que el español de México y en general de Latinoamérica no pronuncia el sonido " z" ni " c" en " ce" y en " ci" y, en su lugar, lo transforma en " s" .