Hoy en día, cerca de 14,000 navíos atraviesan anualmente el Istmo en menos de 12 horas cada uno.

如今，每有近 14,000 艘船只穿越地峡，每次航行间不足 12 。

Botín no estaba presente y el capitán del navío solo pudo presentar un informe que certificaba que no podía salir de España.

博廷不在场，船长只能出示不能离开西班牙报告。

Y, con ejemplos más modernos, ¿quién barrenó los navíos y dejó en seco y aislados los valerosos españoles guiados por el cortesísimo Cortés en el Nuevo Mundo?

咱们再拿些现代例子来说吧，是谁破坏了跟随彬彬有礼科尔特斯登上了新大陆英西班牙人船只，又把他们消灭了呢？

Se me ocurrió entonces que el momento de nuestra liberación había llegado y que resultaría muy fácil hacer que aquellos hombres rescataran el navío.

那我突然想到，我们解放机已经到来，让那些人来拯救这艘船是非常容易。

La última misión del navío estadounidense será inutilizar alrededor de 20 toneladas de gas mostaza.

Así, pues, en cualquiera de estos navíos, hubiese padecido miserias y sería difícil decir en cuál hubieran sido peores.

Los galeones eran barcos con un doble propósito, que podían servir tanto de navíos mercantes como de buques de guerra.

En segundo lugar: si se puede recuperar el navío, nos llevaréis sin costo a mí y a mi siervo a Inglaterra.

Durante el siglo XVII, la carrera naval armamentista produjo más y mayores buques de guerra o acorazados, conocidos como " navíos de línea" .

Además, para animarlos, les dije que, si en el camino encontraba algún navío que pudiera recogerlos, no me olvidaría de ellos.

Mas, si se sumaban a una empresa justa, como lo era recuperar el navío, le pediría al gobernador que les perdonara la vida.

Así, pues, nos dispusimos a afrontar el problema con decisión y, desde que vimos la chalupa alejarse del navío, retiramos a nuestros prisioneros y los pusimos a buen recaudo.

Otras veces, imaginaba que los acompañaba otro navío, o navíos, que, alertados por las señales de auxilio, los habían socorrido y rescatado.

En primer lugar, me pregunté qué podía traer a un navío inglés a esta parte del mundo, que estaba completamente fuera de la ruta de tráfico.

El buen hombre comenzó entonces a lamentarse de sus desgracias, que lo habían forzado a utilizar mi dinero para cubrir sus pérdidas y comprar una participación en un nuevo navío.

No puedo expresar la confusión que sentí, a pesar de la alegría que me causaba ver un navío que, sin duda, estaría tripulado por compatriotas míos y, por consiguiente, amigos.

A la mañana siguiente, envié al capitán a hablar con ellos;en otras palabras, a sondearlos y luego informarme si le parecía que podíamos confiar en aquella gente para en viarlos a abordar el navío por sorpresa.

Esto era suficiente para nuestra subsistencia hasta la próxima cosecha, incluso con los dieciséis españoles y, si hubiésemos decidido emprender el viaje, habríamos contado con suficientes provisiones para abastecer nuestro navío e ir a cualquier parte del mundo, es decir, a América.