Todavía en silencio cruzaron Newbridge, una ruidosa aldea, donde los perros les ladraron, los muchachos les miraron y caras curiosas les contemplaron desde las ventanas.
Me dirijo a usted en nombre de Manuel, mi vecino, quien ha venido sufriendo las consecuencias de las frecuentes y ruidosas fiestas que celebran nuestros vecinos.
Mientras que otros animales pueden tener flatulencias más ruidosas, sucias o tóxicas, la flatulencia de vaca puede ser el gas más peligroso que jamás se haya emitido.
La Luneta, mi primera calle en Tetuán: estrecha, ruidosa, irregular y bullanguera, llena de gente, tabernas, cafés y bazares alborotados en los que todo se compraba y todo se vendía.
Un grupo ruidoso de estudiantes entró entonces en tropel en el café y, con su bullanga y sus carcajadas, destrozó la magia del momento como quien revienta una pompa de jabón.