Toallas, bolsas de la playa, sombrilla y la pelota.

毛巾，滩桶，遮阳伞和滩球。

Sombrilla, bolsa de la playa, toallas, cubos y palas, y una pelota.

遮阳伞，海滩包，毛巾，水桶，铲子，还有滩球。

Para ir a la playa es recomendable llevar una sombrilla y toallas para tumbarse en el suelo o para secarse.

去海滩，建议带把伞和毛巾，用来躺在地上或擦干自己。

Se van a derretir —dijo su hermana, inmóvil en el fondo de la sala—. Espérense y les presto una sombrilla.

“会把你们晒坏的，”神父的妹妹在客深处动也不动地说。“等等，我借给你们把阳伞。”

Posteriormente, empleé mucho tiempo y esfuerzo en fabricarme una sombrilla, que mucha falta me hacía.

随后，我花了时间和精力来制作把伞，我需。

Aseguré la sombrilla a popa para que me protegiera del sol como si fuera un toldo.

我把雨伞固定在船尾，保护我免受阳光照射，就好像它是遮阳篷样。

La vio corriendo azorada de un lado para otro, porque el viento le había arrebatado la sombrilla y se la había llevado volando por el mar.

他看到她惊恐地从处跑到另处，因为风夺走了她的阳伞，把它吹到了大海上。

Después de misa, antes de que las mujeres tuviéramos tiempo de encontrar un broche de las sombrillas, sopló un viento espeso y oscuro que barrió en una amplia vuelta redonda el polvo y la dura yesca de mayo.

做完弥撒，我们女人们还没来得及找见雨伞的按扣，就刮起了阵浓浓暗暗的风，风打着又宽又圆的旋儿，把灰尘和五月里的燥热扫而空。

No veo ningún letrero con una sombrilla.

Con lluvias programadas, sabrías con exactitud cuándo llevar tu sombrilla.

Cuando nos ponemos debajo de la sombrilla, estamos a la sombra y estamos más fresquitos.

Es un café con mesas blancas, sombrillas blancas.

Y aun así, nunca estarás seguro completamente de si debes llevar tu sombrilla por si llueve.

Pero... aparte de la sombrilla, todos los símbolos son muy extraños.

Y la sombrilla tal vez es el diseño de un suéter o de una camisa.

Y lo podemos pensar un poquito como una sombrilla de playa.

Al abandonar la isla, traje conmigo algunas reliquias como el gran gorro de piel de cabra que me había confeccionado, la sombrilla y el loro.

Además, aquí tenía que salir constantemente, por lo que una sombrilla me resultaba de gran utilidad para protegerme, tanto del sol como de la lluvia.

A la espalda llevaba un cesto, al hombro una escopeta y sobre la cabeza, una enorme y espantosa sombrilla de piel de cabra que, con todo, era lo que más falta me hacía, después de mi escopeta.