Pero, antes de concederles la palabra y, teniendo en cuenta que Nigeria ocupa en estos momentos la Presidencia de la Conferencia de Desarme, quisiera formular algunas observaciones iniciales.
Señor Presidente, en su declaración de apertura mencionó usted que quizá dentro de poco habrá transcurrido un decenio sin haber llegado a un acuerdo sobre un programa de trabajo para la Conferencia de Desarme.
Sentado frente a él, el marqués agradeció aquel preámbulo de consolación, tan rico y dilatado, que fueron sorprendidos por las campanadas de las cinco.