Recibe y difunde mandamientos de captura de fugitivos, ya sean sospechosos de haber cometido actos terroristas o condenados por la comisión de esos actos.
Al parecer, se dispuso su detención para impedir que se fugara o interfiriera con la práctica de las pruebas en relación con una investigación sobre un delito económico.
Durante su período en la cárcel, Posada Carriles siguió dirigiendo su red terrorista y preparando las condiciones para una fuga, similar a la que protagonizara en Venezuela años antes.
En la actualidad, 45 acusados correspondientes a 18 casos están a espera de juicio y me complace informar de que sólo seis de un total de 161 acusados siguen sin haber sido arrestados.