Jens Laerke explicó que las necesidades más urgentes incluyen refugios, artículos no alimentarios, agua y letrinas, alimentos y servicios de protección, sobre todo para los niños.
Rompe el límite temporal súper preciso de la palabra original, y pasa a ser algo casi vacío de significado que a veces hasta necesita un doble diminutivo para mostrar urgencia.
La participación equitativa, dijo, no solo tiene que ver con el derecho de las mujeres a ser escuchadas, sino con la capacidad de nuestras sociedades para abordar las crisis más acuciantes.