La Asamblea General es y debe seguir siendo el principal órgano normativo de las Naciones Unidas, con poderes absolutos a la hora de establecer prioridades.
Malasia está segura de que un sistema multilateral efectivo, centrado en una Asamblea General potenciada de manera adecuada, es nuestra mejor garantía contra el ejercicio del poder absoluto o el menosprecio del derecho internacional.