Hace más de 3 años, con 2 amigas fundamos una organización que apoya a niños y jóvenes con diferentes discapacidades y de escasos recursos.
Hemos logrado sostener nuestra fundación a base de donaciones y actividades para recaudar fondos y con miembros voluntarios con un gran corazón.
Uds. se dirán: ¿Cómo hicieron para empezar? ¿Cómo iniciaron?
Pues para esto se requiere una gran inversión.
Pues déjenme decirles que no es así.
A lo largo de este tiempo nos dimos cuenta de que podemos hacer cosas realmente asombrosas sin necesidad de tener una fortuna.
Que con el hecho de tener entrega, dedicación, pasión, podemos lograr cosas realmente increíbles.
En este tiempo de la experiencia que he adquirido como emprendedor social, les puedo decir con certeza que no es necesario ser millonario para ayudar.
Que con demostrar lo que somos por dentro, podemos hacer mucho por las demás personas.
En Honduras más del 10 % de la población padece de una discapacidad.
