Hola, Luis.
Soy César Prieto, profesor y director de un colegio internacional.
En 'El libro rojo de la vida', que publicaste en 2013, te inspiraste en tu nieto Daniel, que por entonces tenía un año de edad.
El objetivo era que de mayor aprendiera de las enseñanzas de su abuelo.
Sí, yo he tenido la oportunidad, o he tenido la oportunidad y la suerte, de poder explicar mucho de lo que sé, primero a mis hijos y luego a mis nietos, y dejarles esta herencia, que creo yo que es la mejor herencia que un padre o un abuelo puede dejar a sus hijos.
Enseñarles qué ha aprendido de la vida, de los errores y de los aciertos.
Pero cuando nació mi nieto Daniel, pensé: "Igual no me da tiempo, porque ya soy mayor, de podérselo explicar a él en persona, porque no sé cuántos años más viviré".
Por suerte este niño tiene ya ocho años y puedo empezar a explicarle algunas cosas, pero si me muero antes de que sea un poco mayor, pues las podrá leer.
Y entonces, con un extraordinario director de arte de mi agencia de publicidad, con Óscar Plá, diseñamos un libro en el que cada frase tiene una imagen.
Y de este libro se desprenden doscientos y pico pensamientos, entre los cuales me gustaría destacar el que...