En las actuales circunstancias, la MINUEE considera que se requeriría una reconfiguración de su componente militar, lo que podría lograrse con los efectivos autorizados.
Mientras tanto, debido a las graves limitaciones presupuestarias, la dotación general proyectada de las nuevas Fuerzas Armadas de Liberia se redujo de 4.000 a 2.000 efectivos.
El Gobierno de Transición Nacional carece de capacidad para ese control y la UNMIL carece del mandato y del número de efectivos necesarios para cumplir esa función.
En un inicio, se pensó que la nueva fuerza tendría 4.000 efectivos, pero la falta de financiación ha obligado al Gobierno a reducir ese número a 2.000.
La Comisión señala que los cambios en las tropas no solamente tienen consecuencias financieras, sino que también pueden afectar las actividades de una misión derivadas de su mandato.
Se prevé que a fines de octubre terminará la expansión de la AMIS que habrá alcanzado la dotación total autorizada de 6.171 militares y 1.586 agentes de policía.
Estimamos que se acelerará el despliegue de los contingentes militares y policiales de la MINUSTAH para aumentar sus efectivos hasta la cifra autorizada por el Consejo de Seguridad.
La Unidad de Patrulla de Fronteras, que ya tiene su dotación completa de 300 agentes, se encarga ahora de todos los puntos de cruce de los tres distritos fronterizos.
Así pues, la regla de la utilización de la fuerza es la siguiente: si tus fuerzas son diez veces superiores a las del adversario, rodéalo; si son cinco veces superiores, atácalo; si son dos veces superiores, divídelo.