No obstante, la amenaza de los terroristas y la inestabilidad política que generan se agrava debido a lo fácil que resulta conseguir armas en lo que se ha convertido en un comercio internacional anárquico y no regulado.
Cuando los generales son débiles y carecen de autoridad, cuando las órdenes no son claras, cuando oficiales y soldados no tienen solidez y las formaciones son anárquicas, se produce revuelta.