Muchos atribuyen a la Reina Catherine de Braganza, noble portuguesa, el hacer popular el té entre la aristocracia inglesa al casarse con el Rey Carlos II en 1661.
Muchas familias de origen vasco se volvieron prósperas con el comercio y terminaron convirtiéndose en la aristocracia del país, teniendo papeles importantes en el mundo de los negocios, la cultura y la política.
La señorita debía hacer su debut el 3 de enero, en un magnífico baile al que su mamá se proponía invitar a toda la nobleza y la aristocracia, en 30 km a la redonda.
Después, Carlos III abandona el viejo trono de roble para que le jure lealtad su heredero, el príncipe Guillermo, que por primera vez el único miembro de la Casa Real y la aristocracia que lo hace.
De hecho, Catrina proviene de Catrin, que se refiere a una persona que presta atención a su aspecto, pise de manera impecable y que en aquella época se asociaba a una persona de la aristocracia o de la alta sociedad.