El príncipe buscó algo con lo que alimentarlo. En el cieno de las alcantarillas solía encontrarse de todo: desde cucharillas de plata a anillos de oro, pero comida no. La comida estaba en la ciudad de arriba.
Una taza del señor, unas cucharillas de plata y diversos objetos que a Othilly le parece que indican un viaje más largo y a una ausencia más prolongada.