Permítaseme concluir simplemente que el statu quo y, con demasiada frecuencia, la retórica hueca deben dejar paso aquí a un nuevo multilateralismo eficaz y pragmático que se mida en resultados concretos.
La cabeza, que parecía medalla y figura de emperador romano, y de color de bronce, estaba toda hueca, y ni más ni menos la tabla de la mesa, en que se encajaba tan justamente, que ninguna señal de juntura se parecía.