Durante millones de años, aquellas montañas, cansadas de estar erguidas, se habían ido recostando poco a poco, allanándose hasta tal punto que cualquiera que caminase sobre ellas terminaba contagiado de su misma indolencia.
Aún hoy decimos de quien ha realizado algo importante que " se ha ganado sus laureles" , pero si después cae en la indolencia y no hace nada de importancia, decimos que " se ha dormido en sus laureles" .
Lydia no tiene hermanos que tomen cartas en el asunto; y dado el carácter de mi padre, su indolencia y la poca atención que siempre ha prestado a su familia, Wickham ha podido creer que no se lo tomaría muy a la tremenda.