Soy malísimo ya de pequeño mi madre me pillaba siempre cuando le decía alguna mentira porque me costaba y me sigue costando mucho trabajo disimular tanto.
No es que huela bien, pero es riquísimo —contestó Alcestes—. Y, además, eso no quiere decir nada; el jabón huele bien y es malísimo para comer, lo probé una vez.